Encuentro en Montevideo

Por Alberto Guarnieri  (corresponsal de la PUA en Uruguay)

 
 Encuentro con bocanada de aire fresco. Encuentro con hálito fresco y vivificante, rejuvenecedor, como anota Silvia Sosin. Encuentro con valor agregado. Encuentro para el reencuentro. Encuentro con olor a pueblo, a fiesta popular. Encuentro de reafirmación de sentimientos y valores. Titulares que cada cual marcará para sí, agregando otros que aviven  la llama de la fraternidad y la solidaridad entre los egresados de la Unión Soviética y Rusia en cada rincón de la tierra donde se hallen.

         Era el deseo ferviente de los OO (organizadores orientales) que:

           “Сюда по новым им волнам

                         Все флаги в гости будут к нам,

                                           И запируем на просторе”.

     ¡Premonitoras palabras pushkinianas! Pues del mar, mecidas por las olas del río de la Plata, arribaron las compañeras argentinas. Lastimosamente, no llegaron todas las banderas como hubiéramos deseado, pero aun así, las que no pudieron llegar, igual se hicieron presentes en la fiesta popular, flameando por las calles de Montevideo, al otro día del encuentro. ¡Y vaya si habremos festejado al aire libre, «на просторе»!

             ¿Vos no viniste? Te lo perdiste. Y en secreto te decimos, que sí estuviste presente en nuestro corazón, caminado a  nuestro lado, palpitando al ritmo de los tambores, bailando por las calles de nuestra ciudad que se vistió de luces para darte la bienvenida, aun en la distancia.

               Ya a la salida del puerto, en el mítico Mercado del Puerto, las invitadas y los OO descorcharon la botella de la bienvenida rioplatense: el típico Medio y Medio Montevideano. De ahí la caminata imprescindible por la Ciudad Vieja, el taxi,  y la llegada a Parada Sur: un bodegón que ni el genio de Homero Manzi hubiera imaginado nunca. Mucho menos con una bandera de Rusia, como centro de mesa, un óleo colgado de la pared que pinta una comparsa de negros y lubolos llamada “Troika”, trajes de lentejuelas, máscaras, fotos y atributos del carnaval uruguayo. Y en medio de esa diversidad de generaciones lumumberas, de profesiones e historias de vida personales, la aparición de Miguel, el joven agregado cultural de la embajada rusa, trayéndonos el saludo cordial y afectuoso de su gente, el apoyo a nuestras iniciativas en ciernes, a nuestros proyectos futuros, redoblando la amistad con la tierra que nos abrió sus puertas; y su gente, que nos abrió sus corazones.

            ¡Arriba esos corazones! 

            ¡Viva la AEUPUA!

            ¡Viva el 50 aniversario de la Universidad de la Amistad de los     

            Pueblos “Patricio Lumumba”!

            ¡A seguir desarrollando y profundizando los encuentros de

            egresados! ¡A generar más encuentros y reencuentros entre todos nosotros!

            ¡Nos vemos en Costa Rica!